Ahora, la Justicia trasandina deberá sortear un nuevo tribunal, proceso que podría tardar varios meses.
Un verdadero escándalo en Argentina estalló este jueves tras la anulación del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona.
El proceso judicial buscaba determinar responsabilidades penales de siete trabajadores presuntamente vinculados al deceso del astro argentino en 2020.
Tras varios meses, en los que se llevaron a cabo más de una veintena de audiencias y entrevistas a 40 testigos, el juicio fue anulado por el actuar de la magistrada Julieta Makintach.
Según se dio a conocer hace unos días, la jueza no solo participaba del proceso, sino que además era la protagonista de un "documental clandestino" que seguía de cerca el juicio.
Al considerar que esa actitud revistió "una falta de objetividad e interés en el resultado del expediente", los otros dos jueces declararon la recusación de Makintach y la posterior nulidad.
"No intervino de modo imparcial en el desarrollo del debate", agregó el letrado Maximiliano Savarino, quien de todas maneras defendió su actuar y el de la jueza Verónica Di Tomasso.
La jueza Makintach ya había sido removida cuando la mayoría de los abogados querellantes y defensores solicitaron la nulidad del juicio.
Recientemente se habría dado a conocer un adelanto de Justicia Divina, el documental en cuestión, con imágenes de Makintach en los tribunales y escenas grabadas en su casa.