El delito de trata de personas para la explotación sexual presenta un alarmante incremento en Chile. Según el Centro de Políticas Migratorias, este aumentó un 600% en la última década. Es, además, un lucrativo negocio para el crimen organizado, tanto así que la pugna por su control derivó en una decena de asesinatos, crímenes que permitieron a Fiscalía y PDI desbaratar redes que traficaban incluso con menores de edad para la prostitución.